La prohibición y restricciones impuestas a los mercados de proximidad, por la aplicación del RD 463/2020 en Castilla y León están afectando enormemente a las economías de pequeños productores de alimentos, que distribuyen directamente sus productos al consumidor final o que distribuyen pequeñas cantidades de producciones de terceros para completar su oferta.
Desde el inicio del Estado de alarma se ha orientado toda la distribución de alimentos a las grandes cadenas, dejando muy desamparados al pequeño comercio y a los canales cortos de distribución haciendo mucho daño a nuestros agricultores y ganaderos.
Se solicita que los ayuntamientos realicen los trámites oportunos para poder ir reabriendo los mercados locales en todas las localidades de la provincia. Entendemos que tomándose las medidas de seguridad y normas adecuadas no supondrían ningún riesgo para la salud.
Los mercados locales suponen la economía de muchas explotaciones familiares que han visto como sus ingresos han desaparecido tras el estado de alarma. Estas producciones son de origen cercano por lo que además son mucho más respetuosas con el medio ambiente, creando empleo en zonas rurales muy despobladas.
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